Estas telas sagradas se siguen haciendo de forma artesanal por algunas etnias de Guinea Bissau dando continuidad y preservando así preciosas tradiciones.
El mercado de Bissau es una de las visitas imprescindibles de nuestro viaje a Guinea Bissau. En él se recogen varios puestos de tela que llena de alegres colores nuestra pupila. Quizás sea por algo más. Allí nos encontramos con los llamados panos di pinti, un tejido artesanal propio de las etnias Pepel y Manjaka lleno de espiritualidad.
Las telas son tejidas en telares artesanales de madera y por manos masculinas. A diferencia de nosotros, en África son los hombres quienes han hilado siempre. El pano di pinti se teje para que dure toda la vida y posee un valor talismánico para quien lo porta, trascendiendo en bonitas tradiciones que aún perduran.
Cuando un bebé es concebido, el pano di pinti se extiende en el suelo como una hoja y se venera durante unos días como un agente de fertilidad. Al nacer, es esta misma tela quien recibe al bebé como testimonio de su primer aliento y se mete en el fondo de la cuna para protegerle de la muerte súbita. El pano di pinti le acompaña después durante todo su crecimiento y le protege de las agresiones místicas cuando su madre le portea con él.
Este valioso tejido para la comunidad guineana les acompaña durante toda su vida: en su nacimiento; como prenda de vestir anudada a modo de complemento vital y protector; haciendo de velo en el casamiento; siendo capa de abrigo en la vejez y acompañándole en su tumba, trascendiendo, así, hacia un plano mucho más místico que acompaña a la persona en todo su recorrido terrenal y espiritual.
El impacto que el turismo ha tenido en Guinea Bissau ha hecho que muchos de los jóvenes tejedores empiecen a escoger hilos sintéticos en lugar de algodón para producir de forma más económica estos panos di pinti y poder venderlos bien en el mercado. Sólo algunas pequeñas tiendas de comercio justo disponen de los preciados panos di pinti originales hechos con fibra 100% algodón. El Orango Parque Hotel, un proyecto de cooperación al desarrollo ubicado en las Islas Bijagó (Guinea Bissau), lleva ya muchos años mostrando el trabajo de los telares y colaborando a que estas tradiciones no se pierdan con la modernización.
De su mano, se puede visitar uno de los grupos de tejedores tradicionales, entender el valor del pano di pinti y compartir una bonita experiencia con la gente local. Muchas de estas preciosas telas se compran y llevan a casa, contribuyendo a que se genere empleo, se mantengan las tradiciones y los jóvenes, cada vez más, valoren y tengan un mayor arraigo por su cultura.
El Orango Parque Hotel está enfocado a desarrollar microproyectos de cooperación al desarrollo en las Islas Bijagós que fomenten la preservación de la cultura local. Además, cuenta con la mayor colección de piezas artesanales de la cultura bijagó que ha ido recibiendo para su conservación, exposición y difusión. Todos son bienvenidos a disfrutar de ella incluso de tocar los pano di pinti originales que están en su pequeña boutique solidaria.