Un año récord de avistamientos
Después de muchos kilómetros de navegación, ayudadas por las corrientes que unen la costa de Mauritania con Senegal y Gambia, y por sus poderosas aletas, miles de tortugas marinas arriban cada año a Poilao (Guinea Bissau), la última isla del archipiélago Bijagó, antes de adentrarse en el profundo océano Atlántico.
Esta ubicación en los confines del Parque Nacional Marino Joao Vieira y Poilao, y su estatus de isla sagrada, reservada a la celebración de ceremonias de la etnia Bijagó, hacen que este paraje sea un auténtico santuario mundial para las tortugas marinas. Allí nacen, y allí regresan cuando alcanzan la edad de reproducción, porque las tortugas siempre vuelven a la playa donde nacieron para poner sus huevos.
Por eso, el Instituto da Biodiversidade e das Áreas Protegidas (IBAP) de Guinea Bissau (IBAP) cuenta con un campamento tortuguero en la isla, que fue construido con la colaboración de la Fundación CBD-habitat y el Orango Parque Hotel, cuyos técnicos y contadores se encargan cada año de hacer un seguimiento del avistamiento de las tortugas marinas; de la localización de los nidos que éstas hacen y del conteo del número de huevos que ponen.
Por lo general, las tortugas desovan entre 2 y 8 veces cada temporada, y ponen entre 100 y 200 huevos, que se incuban en la arena durante unos 60 días.
Según Castro Barbosa, responsable de la sección de Monitoreo de Especies y Hábitat del IBAP, “en 2023 avistamos en Poilao un total de 47.937 tortugas marinas, y contabilizamos la eclosión de huevos en 6.473 nidos”.
Muchas de las crías que nacen en Poilao no sobreviven a sus primeras semanas de vida, al sufrir el ataque de depredadores como aves, peces y cangrejos. Por su parte, los ejemplares adultos también se ven amenazados por la contaminación de los mares. Eso hace que en la actualidad esta especie se encuentre en peligro de extinción.


SOS marino
El mayor riesgo al que se enfrentan en la actualidad, además del de la pesca de arrastre, es el de la contaminación. Poilao, el lugar más importante de anidación de tortuga verde de toda África Occidental, y uno de los 10 más importantes del mundo, no es ajena al mar de plásticos que poco a poco se extiende por las aguas que circundan los 5 continentes.
Y al igual que sucede en muchos otros lugares, su costa recibe la basura que navega perdida por aguas internacionales. En sus playas de arena blanca se atisban productos de múltiples nacionalidades. La existencia de esta basura dificulta el acceso de las tortugas a la playa para desovar; y complica el camino de las crías desde sus nidos al mar.

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Unos explican el origen de estos desperdicios en los vertidos que hacen los países vecinos; y otros con la caída accidental, o no, de contenedores al mar, mientras los buques que los transportan surcan el planeta.
La ausencia de un responsable al que poder reclamar, convierte este problema internacional en un asunto de difícil solución. Sobre todo cuando sucede en un lugar recóndito en el que no es posible tratar la basura, más allá de quemándola.
A este respecto, el IBAP organiza periódicamente acciones con voluntarios, que acuden a la isla para adecentar las zonas de reproducción, ubicadas en primera línea de playa. Lejos de resolver la situación, al menos la mitiga y reduce su efecto durante un tiempo.
Dónde ver tortugas marinas
Pese a estas dificultades, no hay nada tan abrumador como ver a una tortuga desovar después de haber cruzado miles de millas náuticas, y tras el esfuerzo que supone salir del agua cuando se pesa hasta 250 kilos, y se mide 1,5 metros.
Ni nada tan bello como ver corretear a decenas de crías de tortuga por la playa, que se dirigen instintivamente hacia el borde del agua, ávidas por llegar. Y es que éste es, indudablemente, el momento más peligroso en la vida de una tortuga, cuando va rumbo al agua, ya que depredadores como los buitres de las palmeras y los cangrejos atrapan a muchas de ellas.

Si eres amante de la naturaleza, y quieres vivir una experiencia memorable, participa en los circuitos que Orango Parque Hotel organiza a la isla de Poilao. Tienen lugar durante la temporada de anidamiento de las tortugas, desde octubre hasta diciembre; y ofrecen una noche de alojamiento en el campamento tortuguero de la isla.
La experiencia incluye la posibilidad de observar, con guías profesionales, el desove de las tortugas cuando llegan de noche a la isla con la marea alta y, a la vez, la eclosión de los nidos que las tortugas pusieron 2 meses atrás.

Un ritual mágico al que uno no se cansa nunca de asistir. ¡Te esperamos!