La situación económica en Guinea Bissau se agrava aún más con la llegada de la pandemia del COVID-19.  El país se ha cerrado completamente y sin ayudas de cooperación al desarrollo su futuro es mucho más incierto.

Dos de los principales motores de ingresos del país, la recogida de anacardos y el turismo, se han visto afectados por la situación.  Hoteles, restaurantes, bares, todos han cerrado y tomado las medidas necesarias para combatir el virus.  Cientos de personas han perdido su empleo y el pequeño comercio que llevaban a cabo las mujeres para mantener a la familia se ve comprometido.  El Orango Parque Hotel cerró sus puertas en marzo, pero entiende la dura situación que viven las familias.  Por este motivo ha decidido continuar pagando los salarios de sus empleados mientras estén en casa y hasta el fin de la temporada que tenían prevista si la pandemia no hubiera tenido lugar.  Nuestro hotel quiere aliviar, en la medida que nos sea posible, el aislamiento y la falta de comida que ya se empieza a notar en la isla de Orango Grande.