Descubre por qué sabemos que es una hembra

Con el fin de la temporada de lluvias, los grupos organizados por Orango Parque Hotel han vuelto a visitar las lagunas ubicadas en la región de Anor, uno de los enclaves más fascinantes de la isla de Orango por la diversidad de su ecosistema y la belleza de sus paisajes.

En ella veranean muchas de las manadas de hipopótamos de agua salada que habitan la isla de Orango Grande, aprovechando que el agua caída durante la temporada de lluvias inunda la zona, y da lugar a unas lagunas temporales que permanecen llenas durante unos meses.

Allí los grupos de hipopótamos pasan los días, regalando escenas únicas e inolvidables como la que hemos sido testigos esta mañana. Después de que uno de los guías del hotel nos avisase, hace unas semanas, del posible nacimiento de una nueva cría de hipopótamo, hoy hemos comprobado que así ha sido.

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Cría de hipopótamo de agua salada o marino

La familia crece, y es un privilegio haberlo atestiguado con nuestros propios ojos. Acabábamos de llegar a la zona y, estando todos en el más absoluto silencio, nos hemos percatado de que había una especie de mancha junto a un ejemplar adulto.

Al poco tiempo hemos visto que se movía y, al mirar a través de los prismáticos, estaba ahí. Se trata de un bebé de pocos meses que, según nos ha contado el guía de Orango Parque Hotel, debe rondar los 60 kilos.

Las crías de hipopótamo pesan al nacer entre 30 y 50 kilos

Solo en el primer año de vida pueden alcanzar los 200 kilos. Durante ese tiempo los bebés son amamantados por sus madres dentro del agua, dónde también se produce el parto.

Enseguida los visitantes se han interesado por saber más cosas del nuevo animal, empezando por sí era una hembra o un macho. Y, según el guía, se trata de una fémina.

Al parecer sólo ellas se mantienen con la manada durante los primeros meses de vida, siendo protegida por la madre y por el resto de los miembros del grupo de posibles ataques de cocodrilos. Sin embargo, en el caso de los machos, esos primeros tiempos los pasan casi en solitario con sus respectivas madres, para evitar conflictos con el jefe del grupo.

Y es que un enfrentamiento territorial con un animal de 4,5 metros de longitud y casi 4 toneladas de peso podría resultar mortal para la cría. Por eso la mayoría de grupos están formados por un macho dominante y otras 5, 10 ó 30 hembras con sus crías de diferentes edades.

Durante la media hora que hemos permanecido en el lugar, la cría apenas se ha movido del lado de su madre, salvo para zambullirse y nadar. Una actividad que, por lo que hemos visto, dominan desde muy pequeños. También hemos podido observar sus pequeñas orejas y sus grandes ojos, y cómo, a pesar de su corta edad, tenía una cabeza de grandes dimensiones.

Un viaje a África para observar al hipopótamo de agua salada en Guinea Bissau y la Isla de Orango

Llega el momento de irnos de vuelta al hotel, y antes de hacerlo decidimos poner nombre al nuevo miembro de la manada: Okinka.

Okinka Pampa fue una de las más célebres reinas del pueblo Bijagó, y representa la esencia de la religión animista que impera en esta parte del archipiélago guineano. Una creencia que eleva a la naturaleza al Olimpo de los dioses, y es el origen de las costumbres de respeto al medioambiente que impera en todo el territorio.

Toca retirada y nos vamos sabiendo que hemos presenciado un acontecimiento único. Prometemos volver, con la esperanza de que Okinka siga en su lugar de veraneo, hasta que el agua de la laguna se seque y obligue a los hipopótamos a refugiarse en los manglares.

Cuando suceda, allá por el mes de enero, no podremos verlos, pero sí oírlos, y divisar las huellas que dejan en la playa cuando van a comer por la noche. ¡Bienvenida, Okinka, la nueva cría de hipopótamo de la isla de Orango Grande!

Si tú también te animas, ¡te esperamos en Orango Parque Hotel!