Los hipopótamos entran en los campos de arroz para alimentarse.

El Parque Nacional de Orango alberga una población de hipopótamos que ronda los 150 individuos. Estos animales fueron perseguidos durante la guerra de la independencia y el periodo posterior, entre 1960-1970.

A partir de los años 80 esta persecución comienza a disminuir y paró completamente desde la creación del Parque Nacional de Orango en 1998.

Como consecuencia, la población de hipopótamos ha ido aumentando y se ha producido un aumento significativo de los daños provocados por los hipopótamos en los campos de cultivo de arroz del Parque Nacional, principal sustento de la población Bijagó.

Los hipopótamos entran en los campos de arroz para alimentarse, reduciendo de forma notable el rendimiento de las cosechas. Este problema fue considerado por el plan de gestión del Parque Nacional, como uno de los problemas más importantes para la conservación del Parque.

En el año 2008, la Fundación CBD-Habitat y el IBAP con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Orango Parque Hotel, pusieron en marcha un proyecto para encontrar un método que disuada a los hipopótamos de entrar y dañar los arrozales de los habitantes del parque.

Se realizaron ensayos con diferentes métodos, con el fin de conseguir uno definitivo y efectivo. Finalmente se encontró que los cercados eléctricos rodeando los campos de arroz eran el método más eficaz para evitar los daños del hipopótamo así como el más barato y sencillo de manejar por la población local.

Las pruebas fueron muy satisfactorias y evitaron la entrada de los hipopótamos, aumentando la producción de arroz en los campos.

En 2010 se ha procedido a la protección de 21 arrozales, distribuidos por todas las islas del Parque Nacional, 10 de ellos recuperados gracias a la iniciativa del proyecto, ya que se trataba de cultivos abandonados hace años debido a los daños que causaban los hipopótamos en ellos.
Los resultados del proyecto son:

  • Multiplicación por 5 de la producción de arroz.
  • Consecución de la soberanía alimentaria en las aldeas donde lleva 2 años trabajando el proyecto, reduciendo o eliminando la necesidad de importar arroz del exterior para garantizar la alimentación.
  • Evitamos accidentes de consecuencias mortales al evitar la presencia de los hipopótamos en los campos de cultivo.
  • Al reforzar este tipo de cultivo permanente, se evita que las mujeres que trabajan el campo, realicen agricultura itinerante, más perjudicial para el medio ambiente pues deben cortar y quemar la selva para preparar el campo de cultivo.
  • Mejora la percepción de la población local, sobre el Parque Nacional.